Bombas de amor para hacer las pases

No sé si a todo el mundo le pasa, ya irás leyendo y haciendo cara de: “¿está hablando de mí?” o tal vez nada te haga sentido. 

Sí es la segunda opción y ninguno de los ejemplos te remonta a algún aspecto tuyo, entonces, por favor, pásame la receta...

Sí es la segunda opción y ninguno de los ejemplos te remonta a algún aspecto tuyo, entonces, por favor, pásame la receta y dime qué has hecho, qué haces para salir de ese bucle donde a veces vivo. Y es que te voy a contar; me pasa que constantemente me descubro con ganas y entusiasmo de aprender algo nuevo o de profundizar en temas que ya conozco, de desbloquear las barreras mentales que reconozco me he impuesto, (por ejemplo con los idiomas). O me encuentro en el anhelo de hacer ese “algo” que me he dicho que haré, pero que no hago porque siento que aún no es tiempo, que debería estar más fuerte para intentar esa postura, que debería trabajar más en mi cuerpo para volver a lucir mis jeans azules o que debería seguir trabajando en mi congruencia de pensamiento, palabra y acción porque así como soy ahora, quién chin#@$#(& soy para aconsejar a alguien.


Y ahí no para mi loco existir, tiene dos lados más oscuros. El primero de ellos, es que me vivo en momentos con muchas emociones encontradas. Por un lado puedo sentirme la más floja y castigarme cuando sé que estoy haciendo y dando el mínimo esfuerzo solo para que todo “continúe”, pero no hago más para que avance. Y luego tengo el otro extremo, en el que me vuelvo Workholic  y no tengo tiempo ni para comer, porque todo lo consumo en el proyecto en que estoy metida. El punto aquí, es que en cualquiera de los dos sitios llego a la desesperación y frustración; sentimientos que me inundan cuando noto que aunque siga y siga no hay avance, no hay un resultado. Y es que claro, la paciencia no es una de mis virtudes y por ahí que todo llega a su tiempo, que hay que tener paciencia. Pero, ¡que carajos! A caso viene de rodillas.


Después, el punto que me falta, me descubro valorando el trabajo y el esfuerzo de los demás. Todos mis amigos y colegas son súper héroes. Sobre todo aquellos que tienen proyectos o pasiones parecidas a las mías, solo que a ellos SI les está yendo bien. ¡Seguro que es porque tienen mucha más experiencia que yo!... No, ¿sabes qué? Ellos fueron a escuela privada, por eso son más avanzados en el inglés. ¡Uy, no! Mi amiga tiene certificaciones en China y tiene tiempo para practicar porque su papa le heredó casa y no se preocupa por cómo pagar la renta. ¡Claro! Es eso. Ellos SÍ, porque tienen condiciones que les facilita y resuelve todo. ¡Malditos afortunados!


¿Cómo vas hasta aquí? ¿Te resuena algo de lo que te he contado? Bueno, pues ¡BASTA! Dejemos de lamentarnos y de listar todas las opciones por las que los demás si y yo no. Dejemos de hacer check con todo lo que no nos hemos trabajo. Alto a castigarme porque hoy me comí un delicioso helado que no estaba en la dieta. 


Y es que quiero compartirte que he descubierto que todos estos episodios en los que me he vivido, y que en muchas ocasiones me sigo viviendo, solo y exclusivamente tienen que ver con lo INSEGURA que estoy de mí.


Sí, así como lo lees. Tengo miedo de mí. Me aterra mi poder. Y todo porque permito, en la mayoría de los casos, que la vara con la que mido mi vida es la vara exterior y no la propia. Me comparo, todo el tiempo. Todo el tiempo me siento insuficiente. Y casi siempre me reprocho todo lo que no tengo, todo lo que no he logrado, todo lo que no soy. Y ¿sabes? La culpa la puedo repartir en muchos sitios, en muchas personas. De entrada, el patriarcado que ha reinado la tierra y que de él se desprende nuestra cultura, nuestro sistema, las formas de interacción entre hombres y mujeres, los roles de género, etc, etc, etc. Yendo poquito más cerca, le puedo echar la culpa a mí mamá. Estoy segura que aunque me educó con mucho amor, algo no hizo porque por ella soy así. Seguro que un trauma me creo. Y si me pongo más puntual, estoy casi segura que es por mi signo zodiacal. Soy cáncer, ¡Qué horror! Nunca voy a poder salir de este ciclo. 


Pero, ¿qué crees? Si se puede. Te voy a ser sincera, a veces puedo más a veces puedo menos. Y cualquiera de las dos ESTÁ BIEN. ¿Quieres saber cómo lo estoy logrando? He llamada a la receta: “BOMBAS DE AMOR PARA HACER LAS PACES”. 


A veces necesito ser cursi conmigo ...


Lo sé, suena extremadamente cursi. Y es así, porque a veces necesito ser cursi conmigo; tan cursi, tan cursi que llegue el punto en el que me digo, ¡Basta Daniela: exceso de miel! Y lo mejor es que me funciona. Y me funciona porque eso a lo que yo llamo HACER LAS PACES, no es otra cosa más que ACEPTARME y QUERERME. 


Dijo el maestro Carls Rogers: “Ser la persona que uno realmente es implica que el individuo comience a vivir una relación franca, amistosa e íntima con su propia existencia”*. Y para mí eso quiere decir que ACEPTO, ABRAZO y CELEBRO que hay días en los que me vivo sintiéndome la mujer más guapa, sexi, atrevida, valiente, inteligente y congruente de este planeta. Y hay otros días en los que siento que hasta la Guzmán con todas las cirugías que tiene ahora se ve mejor que yo y que tiene una actitud despampanante por la vida. 


Ahora, hay que retomar lo que nos compartió el coach Pablo la semana pasada: “Aceptación no es conformismo”. Para nada. Nada tiene que ver quererse y aceptarse con quedarse sentado y resignarse porque qué se le va hacer, así es la vida, aquí nos tocó vivir y no podemos hacer nada. 


¡Puedes, puedo y podemos juntos!


Y con esto quiero cerrar, CUERPOS AL LÍMITE está creado para todos nosotros “visionarios” que no sabemos exactamente cómo o porqué pero creemos y confiamos en que hay algo más allá, hay una Daniela que es capaz de dejar de sólo juzgarse, compararse y mantenerse en el ciclo una y otra y otra vez.


Vamos entendido que retarnos 28 días para cumplir con la rutina de entrenamiento, apretar la dieta para re-aprender y re-valorizar la nutrición; es sólo el empujón que nos hacía falta para ir creando mejores versiones, para quitar las barreras imaginarias, para abrazarnos cada día y que las BOMBAS DE AMOR sean parte del alimento de cada día.

Comentarios
Publicaciones similares